Resumen
Pese a que técnica y comercio nos conducen claramente hacia un reconocimiento efectivo de las relaciones internacionales y, con ello, hacia una civilización universal común, nunca antes una guerra había conseguido interrumpir tan brutalmente el comunitarismo cultural de la cooperación como la actual. Sin embargo, había tal cantidad de vínculos comunes, cuya interrupción ahora sentimos dolorosamente, que tal vez sólo y precisamente por eso hemos cobrado conciencia de manera tan palpable. (...)