Resumen
La reforma constitucional de 1925, por su importancia, vino a significar la redacción de una nueva Carta Magna, que reemplazo a la vetusta Constitución de 1833, vigente durante noventa y dos años y que tuvo el mérito de consolidar la República y permitir el progreso económico y social del país, gracias al imperio de la democracia, del orden y de la libertad.