Resumen
Dos millones de mujeres sustituyeron a los hombres en sus puestos de trabajo durante la Guerra. Realizaron aquellos empleos que los hombres habían hecho hasta entonces: repartidores de leche, revisores en los transportes, carniceros, conductores de camiones y autobuses. Al igual que sucedería un par de décadas después, la guerra abrió nuevos caminos para el empleo de estas mujeres ?en su mayoría jóvenes-, que sumadas a las innumerables mujeres que trabajaron en la ? muy bien remunerada- industria armamentística, las convirtió en una poderosa fuerza de trabajo. (...)